Todas nuestras boinas están elaboradas con lana merina


Es la lana más fina del mundo, con una fibra 3 veces más delgada que un pelo.

La fibra de lana merina tiene un grosor medio comprendido entre 13 y 24 micrones. (A título comparativo, las fibras de lana de oveja Shetland tienen un grosor de 40 micrones y el pelo humano, 60 micrones).


Una lana que regula naturalmente la temperatura y la humedad. Mantiene el calor en invierno y el frescor en verano.

Cuando se observa con un microscopio, la estructura de la fibra muestra una superficie irregular, cubierta de escamas superpuestas como tejas. Esta particularidad física hace que la lana retenga el aire en sus fibras, dificultando su desplazamiento. Por consiguiente, el aire retenido funciona como aislante que protege la cabeza del exterior.
A diferencia de las fibras sintéticas, la lana merina puede absorber hasta un 30% de su peso de agua sin dejar de mostrarse seca (un índice de absorción entre 100 y 150 veces superior al del poliester).




Una lana que no retiene olores: la lana merina es naturalmente antibacteriana. Degrada más fácilmente las moléculas odoríferas, retrasando la aparición de malos olores.

Gracias a la lanolina que contienen las fibras de la lana merina, la humedad resbala sobre la prenda, evacuando olores y suciedad. Por consiguiente, la lana merina tarda más en ensuciarse, absorbe la transpiración y la evacúa hacia el exterior antes de que surjan malos olores.